domingo, 20 de abril de 2014

¿Acaso te crees chofer de Orión?

John Maynard Smith publica en 1982 su famoso libro titulado “Evolution and the Theory of Games “, en él se encuentra la semilla de la hoy conocida como “Teoría de Juegos Evolutiva” que usa la teoría de juegos convencional para explicar procesos dinámicos como la evolución de las especies de seres vivos, y en su aplicación a las Ciencias Sociales, la evolución de los sistemas económicos y las sociedades en general.
En la Teoría de juegos convencional, si tenemos dos jugadores y estos tienen a su disposición un conjunto de estrategias, el resultado del juego (su “Equilibrio de Nash”) implica que cada jugador ha elegido su mejor estrategia considerando que el otro ha hecho lo mismo, así en su vertiente evolutiva aplicada a las Ciencias Sociales, las personas tienen a su disposición un determinado conjunto de estrategias que pueden ser las costumbres o comportamientos específicos, cuando una de estas estrategias o costumbres se torna más eficiente o exitosa (lo que no significa necesariamente “mejor”), entonces se vuelve dominante en la sociedad y así hablamos de que existe un “equilibrio (de Nash) evolutivamente estable” cuando en la población total esta costumbre dominante no puede ser desplazada por otra diferente (a la que se llama “mutante”)
Ahora al aplicar el concepto de teoría de juegos evolutiva al tema de este post resulta que conducir un auto como un “verdadero energúmeno” es la estrategia o costumbre dominante en el Perú y por tanto la población peruana en la que predomina esta terrible costumbre constituye un equilibrio evolutivamente estable difícil de ser modificado ya que su estrategia dominante no puede ser desplazada por la costumbre de conducir como un ciudadano medianamente civilizado.

La costumbre de conducir un auto como un energúmeno es más exitosa porque el que no conduce de esa manera es permanentemente abusado por todos los demás y también es más eficiente porque su “beneficio neto” es positivo ya que el costo de conducir así es prácticamente inexistente desde que la policía no sanciona oportuna y adecuadamente o que de hacerlo no hay manera de hacer cumplir efectivamente las sanciones. Éste es precisamente el núcleo del problema ya que nuestras autoridades parecen entender que el problema es sólo legal cuando radica más bien fundamentalmente en la falta de capacidad para hacer efectivo el control y sobre todo las sanciones. ¿Alguien se ha preguntado cuántas horas hombre se pierden por la falta de civismo al conducir? cada vez que alguien bloquea un cruce hace que otros conductores pierdan valiosos minutos, sumen y sumen esos minutos y veremos.
La premisa es simple, aún cuando controlemos efectivamente (lo que es muy difícil), mientras no se puedan efectivizar las sanciones de manera adecuada cualquier control es inútil. ¿Entonces cuál sería la probable solución al problema?, bueno como efectivizar las sanciones depende de que el número de sanciones sea manejable, pues lo que hay que evitar es tener que sancionar a medio mundo y dejar las sanciones sin efectivizar, esto en teoría de juegos se resume en una frase sencilla pero poderosa “amenaza no cumplida………implica una reputación perdida”, es decir si amenazas con algo y no cumples pues tu reputación se daña seriamente y en el peor de los casos para siempre.
Entonces, ¿Cómo hacer para controlar masivamente con tan pocos policías y sin tener que sancionar a todo el mundo?, pues una salida es tratar de hacer lo que hicieron en Bogotá, es decir comprometer a la gente en sanciones morales masivas mientras la policía sanciona sólo lo que efectivamente se puede hacer cumplir, y claro agilizar y mejorar la ejecución de las sanciones, de otro modo tendremos lo de siempre, unidades de transporte público con cientos de multas impagas y choferes que no reciben sanción por sus faltas.
En Bogotá los ciudadanos se comprometieron y cumplieron, las tarjetas de colores (como en el fútbol) tanto para sancionar moralmente como para felicitar los buenos comportamientos colaboraron grandemente en solucionar el problema.
Cuando el beneficio neto de conducir como un energúmeno sea negativo (vía sanciones morales y también legales pero efectivas), la costumbre “conducir civilizadamente” se volverá dominante y el equilibrio evolutivamente estable implicará un tráfico soportable con choferes civilizados, así que mejor preparar las tarjetitas y comprometernos a cumplir las normas pues como dijo Sir Edmund Burke (Escritor Irlandés del Siglo XVIII) "Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada"

3 comentarios:

  1. Impecable razonamiento... me gusta leerte

    ResponderBorrar
  2. The interesting take on this will be is how or why do people abide laws in certain countries but not others? Does it have to do with education? Culture? If we were to apply this driver model and consider it to be part of evolution it should apply to 95% of the population at least. The Darwinian definition of evolution encompasses all of the population, there's no debate or room for minutia when it comes to Darwin's theory or better yet law/principle.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hi JP, I think people abide laws because the enforcement is a very high probability issue then u have crazy drivers from Perú driving like grandmas going to the church on sunday when driving in other countries where the control and enforcement work and the costume of driving like a psychopat is repudiated by most people, Darwinian concept applies to species but in closed environments recall Galapagos islands and you will see species that in contact with others out of that environment would not longer survive, great topic that of evolution you evolutionist fan. Best.

      Borrar