domingo, 28 de diciembre de 2014

¿Por qué la Economía predice tan mal?: La Nueva Economía del Comportamiento I

Lo primero acerca de este artículo es que debo confesar que hice trampa con este título, y lo hice porque de otra forma no llamaría tanto la atención. Precisamente, uno de los grandes aportes a la Economía convencional es el incorporar conceptos sicológicos y de la Neuro-Ciencia, uno de estos conceptos es el de “prejuicio negativo” (negativity bias), que significa que es bastante común para las personas ponderar mucho más un aspecto negativo que uno positivo incluso en una misma experiencia, el ejemplo que usa Colin Camerer en su libro “Teoría de Juegos del Comportamiento: Experimentos en la interacción estratégica” (la teoría de juegos es una rama de la economía que estudia el conflicto y la cooperación) es el de un concierto desarrollado impecablemente hasta la última entrada en la que hay un problema de sonido y un chirrido que desluce el final, a pesar de sólo haber tomado un pequeño instante de un concierto que puede haber tomado 3 horas o más, la experiencia total puede haberse dañado severamente en la apreciación de los espectadores.
En este sentido, los economistas de algún modo decepcionados con lo que pensaban era su profesión e incentivados positivamente en buscar una explicación a la misma; y los no economistas (con prejuicios o no hacia la disciplina) sea por el mismo incentivo positivo o por puro y simple morbo buscarán encontrar en este artículo una sierra eléctrica más poderosa para hacer “leña del árbol caído” más rápidamente.
Lamento decepcionarlos, es más me sorprenden los lentos reflejos de economistas serios o la falta de medios para acceder a foros más grandes y explicar el malentendido. Primero, ¿la Economía es ciencia?, antes de empezar una discusión bizantina con argumentos a favor o en contra les planteo otra pregunta ¿es la medicina o fisiología una ciencia?, creo que la respuesta es indiscutiblemente que sí, al menos así lo dice el Comité del Premio Nobel (que también considera a la Economía una ciencia). Segundo, ¿tiene toda ciencia que ser predictiva?, bueno, la Física, Química y otras Ciencias Básicas encuentran en esto su mayor razón de ser y existir pero ¿es la Medicina predictiva?, obviamente no voy al médico a preguntarle cuándo será mi próxima enfermedad o cuándo voy a morir, de hecho el médico observa el historial del paciente para diagnosticar una enfermedad ya presente o da consejos al paciente para una mejor calidad de vida o mayor duración de la misma, no podría ser de otra manera porque todo es relativo, el que de cada 1,000 personas que fuman unas 200 desarrollen cáncer de pulmón y otras 200 enfermedades cardio-vasculares no significa que un paciente al azar que fuma esté dentro de esos 400, es una probabilidad asociada a los grandes números pero cada ser humano (cada cuerpo) es un universo de posibilidades diferentes e innumerables, entonces ¿pierde la Medicina validez como ciencia por no predecir exactamente cuándo enfermarás o cuándo te morirás o de qué te vas a morir?
Pues la misma analogía aplica a la Economía, esta disciplina (ciencia o no) trata sobre seres humanos, y en el caso concreto de la Macroeconomía y de la Econometría Clásica, estas ramas de la economía pretenden agregar los comportamientos de todos ellos y determinar probables desenlaces a situaciones particulares pero claro no pueden sino hacerlo a través de un modelo estándar, es decir lo mismo que el médico hace.
El médico observa un estudio que dice que de cada 1,000 personas mayores de 45 años que fuman, no hacen deporte y tienen sobrepeso, aproximadamente 200 desarrollan cáncer de pulmón y otras 200 enfermedades cardio-vasculares esto es un modelo estándar; luego atiende a un paciente de 46 años que fuma, no hace deporte y tiene sobrepeso, pues ya saben la recomendación, y lo que anota en la historia clínica todo basado en su modelo estándar, pues lo mismo hace un Macroeconomista o Econometrista Clásico pero la validez de sus supuestas predicciones (como las del médico) está en función de las condiciones iniciales pero también y fundamentalmente en que todas las cosas sigan igual o no afecten a la variable a ser predicha durante el rango de la predicción (el famoso ceteris paribus de la microeconomía)
Y claro, fallan, como “falla” el médico que le dice a un paciente al azar de más de 45 fumador, con sobrepeso, que algo malo le va a pasar si sigue haciendo lo mismo pero al que finalmente no le pasa nada (está en el grupo de los 600 a los que no les pasa nada). Pero el prejuicio negativo hace que creamos que la disciplina es un desastre porque no predijo exactamente cuándo y de qué enfermaría el paciente y para empezar ni siquiera sabemos qué hizo el paciente desde la última consulta, si estuvo emborrachándose y fumando permanentemente o sólo estuvo yendo a misa por las mañanas, y pilates y yoga el resto del día.
En el 2006 ya el Banco Mundial y reputados Economistas académicos (no los otros que por intereses personales si tuvieron que ver) anticiparon una crisis financiera muy seria, y esto era como la advertencia de un médico al paciente de más de 45 fumador, con sobrepeso y que no se ejercita. Hacer más que advertir es muy difícil cuando recién son las 2 am y la fiesta está en su apogeo.
Para finalizar diré que aún así, las predicciones suelen no ser precisas por una simple razón, el modelo estándar de la economía asume que el agente económico se comporta de una determinada manera (maximizador del beneficio individual, es decir egoísta), esto se hizo porque era menos complicado de resolver con las matemáticas y demás herramientas a disposición en el siglo pasado. De hecho Arrow y Debreu (famosos economistas ganadores del Nobel) desarrollaron el modelo estándar basado en el famoso “homo economicus” en 1954, este en general predice relativamente bien el comportamiento de los seres humanos, en concreto entre un 70 y 80% de personas se comportan como predice el modelo pero ese 20 a 30% que no lo hace no es desdeñable por lo que la Economía como ciencia está buscando mejorar su explicación y diagnóstico de los problemas económicos que en principio se refieren a las personas.

En la próxima entrega, que espero sea muy pronto, les contaré más acerca de estos esfuerzos que desde los años 70 se desarrollan en lo que se ha dado en llamar “La Nueva Economía del Comportamiento”, y que no es otra cosa que la fusión de la Economía con la Sicología y la Neuro-Ciencia para la construcción de una nueva disciplina más comprehensiva y coherente, una nueva “Ciencia del comportamiento” (Behavioral Sciences)